Vector retroviral de proteína verde fluorescente: generación de células productoras de alto título y sobrenadante del virus

Los genes que codifican proteínas marcadoras, que son fácilmente ensayables, son útiles para monitorizar el linaje celular, la expresión génica o las actividades del promotor. En la tecnología de transferencia de genes, estos genes marcadores permiten una detección directa y sencilla de las células transducidas con éxito. La detección de productos de genes marcadores como la β-galactosidasa (β-gal), la cloranfenicol acetiltransferasa (CAT), la fosfatasa alcalina o la luciferasa implica la fijación de las células, que las mata, o la detección mediada por anticuerpos, que requiere mucho tiempo. Los genes de resistencia a fármacos como la neomicina, la puromicina, la higromicina o la zeocina permiten una selección positiva de las células transducidas, pero requieren días o semanas de crecimiento en medios selectivos. Además, estos genes pueden cambiar las características de crecimiento de las células transducidas por diferenciación terminal o pueden interferir con la expresión del gen de interés (1). Por lo tanto, sería muy ventajoso disponer de un sistema de genes marcadores que permitiera la detección oportuna, precisa y no tóxica de las células vivas transducidas con éxito. Un gen candidato interesante que cumple estos requisitos es el gen que codifica la proteína verde fluorescente (GFP). Se aisló originalmente de la medusa Aquorea victoria. El ADNc de la GFP consta de 730 pb, que codifican una proteína de 238 aminoácidos con un peso molecular de 27 kD (2). La GFP de tipo salvaje emite una fluorescencia verde vibrante al exponerse a la luz azul (450-490 nm). La señal es detectable mediante microscopía de fluorescencia y clasificación celular activada por fluorescencia (FACS) (3). Dado que la fluorescencia de la GFP de tipo salvaje tras la excitación no es lo suficientemente intensa para muchas aplicaciones, se han desarrollado diferentes variantes de la GFP. En una de esas variantes, se introdujo una mutación puntual en el aminoácido 65 (GFP-S65T), lo que dio lugar a un máximo de excitación «desplazado al rojo» con una intensidad fluorescente aproximadamente cinco veces mayor (4). En otra variante, la GFP «desplazada al rojo» se «humanizó» mediante la introducción de numerosas mutaciones silenciosas que alteran los codones a los más comúnmente utilizados en los genes humanos, lo que mejora la traducción del gen (5-7). Una mutación puntual adicional en el aminoácido 64 en el que la fenilalanina se alteró a leucina (F64L) mejora aún más la expresión del gen (8). La GFP se ha expresado sin efectos citotóxicos en diferentes organismos y es de especial interés como marcador para monitorizar líneas celulares y la expresión génica (3). La aplicación de GFP en protocolos de transferencia génica permite la detección sencilla de células transducidas y ofrece la posibilidad de un enriquecimiento inmediato de células transducidas viables mediante FACS (3,9,10). Esto es de gran interés en la transferencia de genes a células poco transductibles, por ejemplo, las células madre y progenitoras hematopoyéticas.

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