Alemania es una figura líder en la batalla contra las enfermedades mentales en Europa. El país ha establecido formas de determinar y tratar las enfermedades mentales en los ciudadanos y ha priorizado el bienestar mental de todos los alemanes desde la década de 1990. La salud mental en Alemania es un modelo a seguir para otros países.
Salud mental en Alemania
Alemania tiene tasas de enfermedades mentales similares a las de otros países desarrollados, con alrededor del 31% de alemanes diagnosticados con al menos una enfermedad mental. Al igual que en la mayoría de las naciones desarrolladas, la depresión y la ansiedad ocupan el primer lugar entre los adultos, pero se forman a una edad temprana.
Las encuestas realizadas por la compañía alemana de seguros de salud, DAK, revelaron que el 24% de los 800.000 niños examinados tenían algún tipo de anomalía psicológica, aunque menos del 2% de los examinados de entre 10 y 17 años fueron diagnosticados de depresión.
¿Qué hace diferente a Alemania?
Lo que hace diferente a Alemania del resto de Europa en su lucha contra las enfermedades mentales es su nivel de compromiso para encontrar y tratar a los enfermos mentales. Las personas que padecen algún tipo de enfermedad mental en Alemania cuentan con un amplio sistema de apoyo proporcionado por su gobierno.
Los ciudadanos alemanes diagnosticados tienen acceso a ayudas económicas y a amplios servicios sanitarios. Alemania tiene programas para facilitar la transición de un hospital de salud mental a la vida cotidiana. También cuenta con programas que proporcionan empleo a los enfermos mentales. Con unos 270 hospitales de salud mental y suficiente personal sanitario para atender a los pacientes, Alemania se asegura de que los enfermos mentales sean atendidos.
Quizás la estrategia más eficaz que ha empleado Alemania es su campaña para eliminar el estigma de las enfermedades mentales en la sociedad alemana. Aunque un tercio de los adultos sufre algún tipo de enfermedad mental a lo largo de su vida, muchos no buscan la ayuda adecuada debido al estigma social que conllevan las enfermedades mentales.
Alemania ha dedicado gran cantidad de recursos a crear campañas de divulgación que promueven la visita activa a psicólogos y la realización de pruebas para detectar enfermedades mentales. El país también trabaja para reforzar la idea de que buscar ayuda para las enfermedades mentales no es algo de lo que haya que avergonzarse, ya que una gran parte de las personas las padecen.
Reconocer que las enfermedades mentales son tan comunes como las físicas es el primer paso para frenar la epidemia. Al animar a los ciudadanos a evaluar su salud mental y proporcionar el apoyo y las oportunidades necesarias para los enfermos mentales, Alemania gestiona con éxito la salud mental en el país.
Un modelo de salud mental
Alemania ha dado grandes pasos para garantizar que las personas con enfermedades mentales reciban el mismo trato que cualquier otro ciudadano del país y se ha esforzado por crear una normalidad para probar y tratar las enfermedades mentales.
Para luchar contra la epidemia de enfermedades mentales, los países que carecen de sistemas de salud mental deberían adoptar la postura de Alemania en la lucha contra las enfermedades mentales, proporcionando no sólo ayuda psiquiátrica a los que la necesitan, sino también dando apoyo financiero y laboral a los que están en riesgo.
– Christopher McLean
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