Se oyó un fuerte estruendo en los suburbios del sur, debido a la explosión de una granada que fue lanzada contra la tienda «Ghamloush Jewelery» en Bir al-Abed.
La granada fue lanzada por la familia Al Charif debido a su disputa con el propietario de la tienda, asustando a los residentes.
Tras el incidente, Al Charif emitió un comunicado diciendo: «Ayer, nuestro hijo, el teniente primero Ali Sharif, a quien juramos servir al país, fue objeto de un ataque disfrazado por parte de pseudohombres que le traicionaron.»
El comunicado añadía: «Este ataque cobarde y descarado es un ataque contra todo el clan, y por ello advertimos a los propietarios de las joyerías Ghamloush que no abran sus tiendas ni realicen ninguna acción provocadora para evitarles lo que no queremos y cuyas consecuencias no deseamos.»
Al Charif también advirtió a las autoridades políticas y partidistas que no deben interferir con las autoridades de seguridad y que deben dejar la última palabra a la judicatura, pues de lo contrario tomaremos nuestros derechos por nosotros mismos. «Somos capaces de hacer justicia e infligir un castigo sin traición, pero tenemos plena confianza en las Fuerzas de Seguridad Interna y confiamos en la integridad de la judicatura civil y militar.