Alemania

Alemania es el quinto destino más popular para los estudiantes de Estados Unidos-12.585 estudiantes participaron en un programa global en Alemania en el año académico 2016-2017. Además de estas cifras, muchos jóvenes también tienen experiencias de viaje significativas en Alemania a través de oportunidades de investigación, becas y enseñanza, y hay varias becas específicas para Alemania que pueden financiar experiencias como estas. Muchas instituciones alemanas de educación superior son muy respetadas, y la inversión del gobierno en la educación pública significa que hay una amplia variedad de disciplinas para elegir en la planificación de un programa global.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ya no recoge información demográfica relacionada con la raza. En su lugar, ahora se recoge por nacionalidad, lo que puede plantear problemas a la hora de evaluar la diversidad étnica del país. Los alemanes negros y asiáticos suelen expresar su frustración ante las preguntas de los alemanes blancos sobre su procedencia. Además, los visitantes de Alemania deben ser conscientes de la creciente islamofobia y antisemitismo. En general, también hay diferencias regionales en la tolerancia de los alemanes a las diferencias, y la mayoría de los viajeros consideran que Alemania occidental acepta mejor las diferencias que Alemania oriental. Esta información no define cómo será su experiencia en Alemania, pero puede ser un contexto útil para la planificación de sus viajes.

Aunque Alemania se considera generalmente acogedora para los viajeros de diversos orígenes, el aumento del nacionalismo en varias partes de Europa está afectando al clima social en Alemania. También ha aumentado la inmigración, sobre todo la procedente del norte de África y Oriente Medio, lo que ha provocado sentimientos antiinmigrantes. Además, Alemania mantuvo en su día una política en la que la ciudadanía sólo podía provenir del «derecho de sangre» (tener uno o varios padres alemanes). Esto significa que persisten sentimientos antiinmigrantes en torno a quién se considera «alemán».

Nota: Esta información pretende servir de resumen y no es exhaustiva. Asegúrese de investigar a fondo su destino, ya que su identidad puede tener un impacto significativo en su experiencia en el extranjero.

Datos demográficos del país

Datos adquiridos a través del Cia.gov World Factbook

Población en Alemania:

80.457.737 (est. de julio de 2018)

Nacionalidad:

Sustantivo: alemán(es)

Adjetivo: Alemán

Grupos étnicos:

Alemán 87,2%, turco 1,8%, polaco 1%, sirio 1%, otros 9% (est. 2017)

Nota: los datos representan la población por nacionalidad

Idiomas:

Alemán (oficial), lenguas oficiales minoritarias danés, frisón, sorbio, romaní. Algunas lenguas regionales reconocidas (bajo alemán, danés, frisón del norte, frisón del sur, bajo sorbio, alto sorbio y romaní)

Religiones:

Católica romana 28,2%, protestante 26%, musulmana 5%, ortodoxa 1.9%, otros cristianos 1,1%, otros .9%, ninguno 37% (est. 2017)

Inmigración &Emigración

Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha sido un destino constantemente popular para los inmigrantes. Al principio, la migración se producía principalmente entre Alemania Occidental y Oriental, y la mayoría de la población entrante era étnicamente alemana o de otras partes de Europa. Tras la construcción del Muro de Berlín en 1961, Alemania sufrió una crisis laboral e instituyó un programa de trabajadores invitados para cubrir los puestos de trabajo vacíos. Aunque esta política se diseñó inicialmente con la intención de que los trabajadores regresaran a su país de origen, muchos de los trabajadores invitados obtuvieron la residencia y trajeron a sus familias. La mayoría de las personas que llegaron a Alemania gracias a este programa procedían de Turquía, Italia, España, Grecia y la antigua Yugoslavia. A pesar del aumento de trabajadores residentes, Alemania mantenía una política de «ius sanguinis» (o «derecho de sangre»), lo que significaba que a la gran mayoría de los trabajadores invitados y sus familias no se les concedía la ciudadanía.

Después de la caída del Muro de Berlín en la década de 1990, hubo un aumento significativo de solicitantes de asilo en Alemania, en su mayoría procedentes de la Europa continental. Esto desencadenó cierta xenofobia y violencia contra los que se consideraban extranjeros. Hacia el final de la década, un cambio de gobierno llevó a los líderes políticos a declarar que Alemania era un país de inmigrantes, y contribuyó a configurar el lugar de Alemania como uno de los países más favorables a la inmigración en Europa y al desarrollo de políticas de integración.

Más recientemente, Alemania admitió a más de un millón de refugiados en 2015, la mayoría de los cuales procedían del norte de África y Oriente Medio. La economía alemana siguió prosperando, lo que contribuyó al grado de aceptación de los recién llegados, pero a pesar de ello, hay algunas tensiones políticas crecientes sobre el futuro de la inmigración en Alemania. Al igual que en otros países de Europa, en Alemania aumentan las creencias populistas y xenófobas, y se incrementan las conversaciones sobre lo que significa ser alemán. Aunque la mayoría de los alemanes sigue valorando la contribución de los inmigrantes a la cultura alemana, los acontecimientos tanto en Alemania como en el resto del mundo están poniendo en tela de juicio algunas de estas opiniones.

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